miércoles, 16 de junio de 2010

_Cazadora cazada_

Esperas agazapado entre las sábanas, al abrigo de la oscuridad de la noche. Vas acercándote sigiloso a mí, con la miel en los labios, dispuesto a compartirla conmigo, tu presa. Me rozas, apenas me tocas, siento tu respiración acariciando mi piel. Se me pone la carne de gallina al recorrerme entera un escalofrío de anticipación. Tu también lo sientes y lento te avalanzas sobre mi y me respiras profundamente, como queriendo comerme mediante el olfato, previendo el festín que se avecina.

Y yo no puedo escapar.
No quiero escapar.

Con tus brazos me rodeas y suavemente me atraes hacia ti, encerrándome en algún lugar entre tus brazos y tu pecho. Me dejo llevar, por ti, por tu olor, por tu forma de abrazarme. Entonces, cuando ya me tienes inmovilizada, acercas tus labios a mi cuello hasta que tu respiración hace que se me erize el vello de la nuca. Y cuando estás a un milímetro de mi piel me atacas, directamente a la yugular va un beso, el más dulce beso de tu boca.

La más dulce forma de morir.

1 comentario:

  1. orale! vi tu blog por el comentario que me dejaste en el mio,k interesante! creo k me dare mis vueltas,saludos!

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